29 noviembre, 2012

Regresar al fin y traer una genial anéctoda




Es verdad, y me da mucha lata, han pasado meses sin entrar al blog, publicar y compartir de lo bueno con ustedes, puedo decir que la universidad me tiene hasta el cogote como también las relaciones y las actividades en las que estoy, pero en realidad, uno siempre puede crearse un espacio para algo importante, por muy pequeñito que sea.
Entonces, aquí estoy, feliz y contenta de lo bueno que ha sido mi año, aunque con esfuerzo por el estudio ya que estar fuera de la cancha un buen tiempo me hizo entrar de golpe a algo que no veía hace mucho tiempo, los libracos, los cuadernos y los profesores... pero como amo lo que hago, no me cuesta ponerle un poco de color y salir adelante.


Para hoy, tengo un tema muy especial, y se lo debo todo a un nuevo y muy buen amigo, Alejandro, creador de "Kaskería".


Un día mas que ha dejado de ser común como la mayoría”, es así es como defino mi pequeña travesía por Kaskería...


Hace tan solo unos meses, lo que partió como un proyecto, poco a poco ha ido conformándose, desde un pequeño brote que crece y toma color, hasta un bello y colorido fruto… Y así es como conocí una nueva cocina, que poco a poco está demostrando su peculiar y único estilo en la zona penquista, que hasta puedo decir que de la región. Todo esto se debe a que mi buen cocinero Alejandro Alarcón volvió a su pequeña gran Concepción con una gran visión de vanguardia para nuestro paladar, además trajo con él conocimientos, destrezas, sabores, y un sinfín de cosas que no podría asemejarse con nada más que  haya aquí.
Tuve la oportunidad de reírme, disfrutar y cocinar junto a él, ingredientes que me provocan los sentidos, los famosos dulces, o sea, el mundo pastelero de la gastronomía, que aunque él me mencionó que no se consideraba un gran experto en el mundo dulce, a mi parecer,  más no podría haber pedido, estuvo TODO BUENO! y su motivación por la cocina -pues tío que no tiene comparación-.

En fin, lo que más destaco del espontáneo día, fue lo bien que la pasamos haciendo lo que nos gusta, cocinar. Y sobre todo, como el gusto por ella, reúne a millones de personas alrededor de todo el mundo, cocineros de diferentes culturas, y con distintas costumbres… yo cocinera no soy, solo le tengo un gran cariño al tema, pero que puedo decir… estuvo increíble!

Así que les traigo un regalito, lo que creamos con “el Ale”…

Masa
125g de harina (usamos 90g de harina + 35g de harina morada)
1 cdta de royal
4 huevos (separados claras de yemas)
80g de azúcar + stevia (o 150g de azúcar normal) 


Cubierta de Merengue
125g de azúcar
2 claras
60ml de agua

Rellenos
Compota de frutos rojos
11/2 taza de frambuesas
1 taza de arándanos
1 ½ taza de frutillas
1/2 taza de azúcar con stevia (1 ½ azúcar normal)


Crema de limón (sencilla, como de pie)
1 tarro de leche condensada
½ vaso de jugo de limón
(Utilizamos la crema hecha a partir de las cáscaras, mantequilla, etc, pero requiere de mucho trabajo, por ello pongo una más básica, y muy rica también) 


Entonces…
Antes de todo, preparamos la compota para usarla a t° ambiente, para eso, muy simple, en una sartén, ponemos todos los frutos (ya sean congelados o frescos)  y la azúcar, así a fuego medio alto, vamos preparando una compota, que irá tomando consistencia luego de eliminar gran cantidad de agua, hay que poner atención de revolver a ciertos intervalos para que no se pegue o se vaya a quemar (puede agregarse un chorrito de malicia, un destilado como ron o preferencia, o como nosotros, la ralladura de una mandarina con cuidado de no rallar la parte blanca amarga, solo la cáscara), cuando ya tenga una densidad más o menos tipo crema, la retiramos y reservamos. 




Para el bizcocho necesitamos 3 bowls, en uno, cernimos las harinas y el polvo de hornear (royal), reservamos.
Precalentamos el horno a 180° (Medio) y luego forramos una placa de papel mantequilla y enmantequillamos el papel, reservamos también.
En otro bowl, preparamos un merengue, pero atención, batiendo con la batidora las claras con una pizca de sal hasta el punto de volcarlas sobre la cabeza y que nada de la mezcla caiga.
Por último, en el otro, batimos las yemas junto al azúcar hasta que espumen y se tornen bien claras (casi blancas)
Comenzando a mezlcar, llevamos el merengue a las yemas y con la batidora mezclamos, luego poco a poco, vamos de 3 pasadas cerniendo la harina sobre la mezcla y con movimientos envolventes y cuidado de no perder la “espuma” que se había formado, vamos agregando los secos.


Aquí ocurrió un pequeño accidente, confusión de mezclas y resultó en unas ricas galletas


Una vez que se mezcló todo bien, llevamos a la placa y al horno, por unos 20 a 25 minutos (hasta que se halla dorado levemente), sacamos del horno y retiramos la mezcla con el papel de la placa, para que no siga calentandose.
Una vez tibio, porcionamos las “tapas” que creamos usar como capas de la torta. (nosotros sacamos 6),

Para la crema de limón, simplemente en un cuenco, va toda la leche condensada y luego el jugo y con batidora mezclamos durante 3-4 minutos, hasta que quede bien cremoso.

HORA DEL MONTAJE
Ya listo las “tapas” y los rellenos, vamos con una espátula o similar rellenando, primero, compota, luego “tapa”, luego crema de limón y luego “tapa”, luego crema de limón y así hasta terminar con una “tapa”. Dejamos a un lado y preparamos la cubierta…
En una sartén, a fuego moderado, hacemos un “caramelo de pelo” con la azúcar y el agua, prrocurando que no tome color, que siga transparente solo que con una consistencia similar a la del líquido que acompaña las frutas en “conserva para su conservación.
Mientras se hace el caramelo batimos como siempre las claras a merengue y cuando ya estén bien montadas, agregamos justo el caramelo recién hecho, para que no vaya a endurecerse si lo retiramos antes del fuego, y sin dejar de batir, igual que un hilo, lo vamos dejando caer sobre el merengue… Verán cómo va agarrando cuerpo y tomando un brillo distinto al merengue que solemos hacer.
Ya todo listo, solo queda forrar la torta y darle unos pequeños toques para hacerla más bonita, el detalle es que nosotros utilizamos soplete, por eso le dimos unos toques al merengue mas diferentes, pero si no tienen, no importa, el merengue no se desarmará ni nada parecido.

              Montaje con las galletas accidentales.

Espero les haya encantado la receta, está buenísima y sobre todo si tienen ganas de dárselas de pasteleros(as), o un ser querido está de cumple.
Y bueno, con respecto a lo que les contaba, les dejo hecha la presentación e invitación a Kaskería, donde podrán darse cuenta de lo que realmente es capaz la cocina… y donde el sabor y la preparación dejan de ser algo típico. 

En mi cabezota, queda esta frase…
Si todos los días hábiles fueran como mi martes en “Kaskería”, viviríamos de placeres culinarios…

 El resultado final gracias al bizcocho.




 

9 comentarios:

  1. Se ve exquisito Vare!, si que valió la pena esperarte tanto tiempo.
    Me alegro que te esté yendo bien y que te sientas felíz.
    Cual es la harina morada??
    Besitos

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    1. Es un harina elaborada a partir de ciertas algas de las costas chilenas... en específico de esta zona (bio-bio)... al parecer aún es tema emergente, aunque deduzco que hacerlo es fácil... secar bien la alga y preparar un polvillo... :D (para este caso, la especie era de tonalidad morada)... mi buen amigo Ale las elabora :D

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  2. Se ve exquisito! y bienvenida de vuelta!

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  3. me alegra verte de nuevo Valeria, se ve maravilloso y espero que sigas publicando, me alegro que estes bien, un abrazo!!

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  4. Hola Vare, que bueno tenerte de regreso y saber que tu año ha sido bueno.
    Este postre es una delicia y tiene una presentación muy bonita.
    Espero que nos sigamos leyendo.
    Un abrazo y buen fin de semana

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    1. Claro que sí Nathalia! lindos deseos para ti también!^^

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  5. Hola Vare, que buen año has tenido, tienes que disfrutar tus años universitarios son muy entretenidos. Que buen postre han preparado , se ve muy rico. Yo nunca he visto la harina morada, todos los dias se aprende algo. beso y bienvenida denuevo

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    1. Como contaba a Kako, es harina de algas de las costas chilenas, que mediante ciertos procesos, se seca y muele, dando un color característico, para este caso morado, y cuando la utilizas en la cocina, usas cierto gramaje según cuanto de harina usas ;) es bien interesante! Cariños Clau!

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  6. QUERIDA VARE, QUÉ NOVEDOSA LA HARINA MORADA, Y TU AMIGO ALE ¿LA VENDE? ME ENCANTÓ TU RE-ENTRÉE CON TODO, UN LINDO AMIGO Y MEJOR COCINA, QUÉ DELICIA. Y COMO DICE CLAUDIA, DISFRUTA DE TUS AÑOS DE FACULTAD, AUNQUE ES MUCHO TRABAJO, LUEGO SE ECHA DE MENOS. UN BESITO

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Ojalá que esta receta haya sido de tu agrado, gracias por la visita y espero la vuelta en cuanto salte algún antojo!